31.05.2016

Fatiga – Palabra del día

Fatiga - Palabra del día - EVS Translations
Fatiga – Palabra del día – EVS Translations

Puede que anoche no durmiera lo suficiente, haya pasado mucho tiempo trabajando o preparando ese gran proyecto o presentación, o puede que solo haya entrenado demasiado en el gimnasio. Sea cual sea el motivo, ahora está más irritable, un poco dolorido o no se concentra tanto como antes. La fatiga no es nada nuevo, no nos engañemos, nos sucede a todos de vez en cuando.

Tomado desde el término francés para «cansancio», fatigue, nuestra palabra proviene del latín fatigare, que significa «dejar exhausto» o «provocar la ruptura». En esencia, el término fatiga es la manifestación física de una tensión. Ya se trate de hacer crecer a una planta de una forma determinada, del bastidor del coche o del motivo de su ansiedad, la fatiga representa una desviación de lo normal. Aunque hablar sobre la fatiga del metal del bastidor de un coche o de la forma en que una viña crece de determinada forma solo aumentaría la fatiga en muchas personas, vamos a observarnos a nosotros mismos.

Las diferentes ocupaciones suelen involucrar diferentes formas de tensión; no obstante hay una causa determinada de fatiga que todos hemos experimentado en algún momento: la falta de sueño reparador. Una encuesta de 2014 indica que, aunque más de la mitad de los estadounidenses admiten que necesitan más de 8 horas de sueño, solo 1 de cada 4 lo hace. Y, aunque hay formas de obtener un sueño más reparador, la mayoría de las personas siguen sin poner el dormir en las primeras posiciones de su lista de prioridades: aparentemente el nivel de fatiga es soportable, al menos a corto plazo.

El primer uso de esta palabra en inglés aparece en la obra Works (1731) de Sir William Temple, en la que utiliza el término como sinónimo de «problema»: «Las gloriosas fatigas que han sido hasta la fecha la distracción de su Alteza».

Fatiga – término

El uso del término en relación a los metales y objetos sólidos apareció, como era de esperar, tras la revolución industrial, cuando Frederick Braithwaite lo menciona en su obra de 1854 Proceedings to the Institution of Civil Engineers: «Muchos […] de los accidentes ferroviarios […] se deben atribuir a la acción progresiva denominada «fatiga de los metales».

Teniendo en cuenta únicamente la naturaleza humana, observamos que el uso de este término varía desde un sentido general, como Daniel Defoe escribió en 1719: «Ha sido un día de gran fatiga para mí», hasta la obra de 1872 Textbook of Physiology de J. H. Bennett, en la que, por primera vez se habla específicamente de la «fatiga muscular».

Teniendo en cuenta lo que ha mejorado nuestra comprensión de la naturaleza física de la fatiga durante el último siglo del uso de este término, resulta irónico que, en los casi 150 años que han pasado desde la obra de Bennett, todavía no hayamos podido tratarla.