23.02.2016

Favela – Palabra del día

Estos días tiene lugar el carnaval de Río de Janeiro, uno de los carnavales más famosos del mundo y que acoge cada día en sus calles a unos dos millones de personas procedentes de todo el mundo.

 Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y que muchos probablemente no quieran perderse es la famosa playa de Copacabana y la estatua del Cristo Redentor, mientras que puede que otros sientan interés y curiosidad por un aspecto de la vida urbana de Río completamente distinto: las favelas.

 A modo de resumen, una favela es un barrio pobre de chabolas de los suburbios. Sin embargo, lo que más llama la atención es que aproximadamente una cuarta parte de la población de Río de Janeiro, o lo que es lo mismo, en torno a 1,5 millones de personas vive en unas 1000 favelas.

 De hecho, una favela es un lugar estupendo para ver y entrar en contacto con el estilo de vida brasileño local, no obstante, la mayoría de los turistas ni se acercan debido a la alta criminalidad, la cual, lamentablemente, es muy acuciante en Brasil en general y en las favelas en particular. La mayoría de los turistas solo considera la opción de visitar una favela si van acompañados de alguien de allí, e incluso en ese caso es bastante arriesgado, a pesar de que la mayoría de ellas están situadas en las inmediaciones de barrios de clase media y alta. De hecho, para pasar de un barrio de clase alta a una favela en ocasiones únicamente hay que recorrer un estrecho túnel.

 La favela más antigua de Río se fundó en 1879, una década después de la abolición de la esclavitud. Los primeros habitantes de esta favela fueron soldados y antiguos esclavos, seguidos de la población pobre de la ciudad, que se vio obligada a trasladarse a las afueras de las zonas urbanas centrales.

 La palabra «favela» proviene, naturalmente, de la palabra portuguesa para nombrar una barraca o chabola, y es posible que el término derive del nombre de una planta originaria de las zonas rurales del noreste de Brasil: Jatropha phyllacantha.

 Esta palabra no apareció en una publicación impresa en inglés hasta 1961. En How to Tango: a solo across South America, George Mikes ofrece una descripción bastante detallada de una favela: «En medio de toda esta belleza y elegancia, se encuentran las favelas… Las favelas son cabañas miserables, inmundas y desvencijadas construidas generalmente en menos de 24 horas con palos, tablas podridas, harapos sucios y cartón… Las favelas no tienen electricidad, a menos que un chabolista con iniciativa logre «pinchar» la luz, lo que sucede a menudo».

 Pero las cosas han cambiado mucho desde los años 60. La mayoría de las favelas modernas aparecieron en la década de los 70 con el fin de acoger a los brasileños que se mudaban de las zonas rurales a las zonas altamente urbanizadas, y el gobierno brasileño hizo esfuerzos importantes por mejorar las infraestructuras de las favelas.

 Según un estudio publicado en 2013, hoy en día el 80 % de los residentes de las favelas están orgullosos de vivir allí y el 70 % se siente seguro en su entorno, el cual no abandonarían aunque sus ingresos se duplicasen.