21.11.2016

Palabra del día: maniquí

maniquí - Palabra del dia - EVS Translations
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Durante el último mes, el Mannequin Challenge (Reto del maniquí) ha invadido internet. La moda de grabar vídeos virales que muestran grupos de personas sin movimiento, congeladas en acción, comenzó en un instituto de Florida a finales de octubre y ha conseguido encandilar a famosos e incluso a políticos.

La mejor participación política hasta el momento es la de la mañana de la jornada electoral en EE. UU., cuando Hillary Clinton y su equipo publicaron un vídeo grabado en la cabina del avión de la campaña, donde también aparecían Jon Bon Jovi y Bill Clinton. Dos días más tarde, este reto se desplazó hasta la Casa Blanca, donde los Cleveland Cavaliers, los campeones de la NBA en 2016, crearon un vídeo viral en el que participaba la Primera Dama, Michelle Obama.

Y mientras tanto, Ivanka Trump celebraba la apertura de su nueva oficina, el día después de que su padre, Donald Trump, se convirtiera en el presidente número 45 de Estados Unidos, grabando un vídeo en el que ella y sus empleados aparecían paralizados.

Y ahora que la etiqueta #manequinchallenge genera miles de resultados en las redes sociales, echemos un vistazo a la palabra  maniquí.

Esta palabra apareció en inglés alrededor del siglo XV a través del francés mannequin, derivada del holandés manneken, «hombre pequeño». Inicialmente, el término se utilizaba para referirse literalmente a los hombres con enanismo y a las representaciones o estatuas pequeñas de una figura humana, y se pronunciaba manikin.

En aquel entonces, los maniquís en miniatura se utilizaban para exhibir prendas a los clientes, hasta que a mediados del siglo XVIII aparecieron los modelos a escala completa hechos de mimbre.

El significado de una persona que porta ropa, un modelo, apareció al mismo tiempo que la pronunciación moderna del término, registrado por primera vez en 1893, en el número de febrero de The Decatur Review: «El “maniquí” del escenario es móvil; la mujeres desde los palcos y los hombres desde el patio de butacas pueden criticar las prendas desde todos los puntos de vista».

 Una cita del número de agosto de 1906 de la revista semanal británica The Bystander describe el perfil deseado y los fallos aceptables de las modelos femeninas en aquel momento: «Un maniquí es una joven dama atractiva y bien formada, cuya misión es vestirse con las últimas «creaciones» de su empleador y exhibirlas con la gracia que solo las formas perfectas pueden hacerlo. Puede que su gramática sea horrible y que tenga mal humor, pero debe tener la elegancia de las parisinas, independientemente de si provienen del barrio aristocrático St. Germain o de Montmartre».

Y la profesión de maniquí era un negocio serio en aquel entonces, como relataba el director de una escuela de maniquís en el Sunday Express en 1927.

Las figuras artificiales que exhiben ropa, los muñecos, como los conocemos hoy en día, fueron definido por primera vez en 1939, en la obra de Mary Brooks Picken The language of fashion: a dictionary and digest of fabric, sewing, and dress como: «Maniquí […], modelo de figura humana para exhibir prendas, sombreros, pieles, etc.».

 Naturalmente, la revolución de la tecnología moderna ha creado los primeros prototipos de maniquís programados y controlados de forma digital para servir a la industria textil, así como para usos en los campos de la medicina, la automoción, la industria militar, etc.