08.03.2016

Perrito caliente – Palabra del día

La mayoría de la gente cree que los perritos calientes, también llamados panchos en el Cono Sur o hot dogs en inglés, tienen su origen en los Estados Unidos. Pero, si bien es cierto que ahí es donde realmente se hicieron populares como comida para llevar entre la clase trabajadora, los perritos calientes proceden de Alemania.

Mientras que el año que viene la ciudad alemana de Fráncfort celebrará el 530 aniversario del perrito caliente, la historia que se esconde detrás de esta salchicha envuelta en un pan alargado sigue estando rodeada de controversia.

La salchicha es uno de los alimentos procesados más antiguos: los primeros documentos en los que aparece datan del siglo IX a. C. Concretamente, se menciona en el antiguo poema épico griego de Homero La Odisea.

Sin embargo, el auténtico predecesor de la salchicha que forma parte del perrito caliente (la famosa salchicha de Fráncfort embutida en tripa natural de oveja) no se empezó a producir hasta 1852. Y fue de la mano de un carnicero de Fráncfort, por supuesto.

Como es lógico, los inmigrantes alemanes en los Estados Unidos llevaron consigo sus salchichas, habiendo registros que demuestran que ya en la década de 1860 en la calle se vendían las primeras salchichas alemanas acompañadas de bollos de leche y chucrut a modo de comida rápida. Por aquel entonces, la salchicha se conocía por su nombre alemán, Dachshund (es decir, perro salchicha), debido a su forma.

Existen diversas versiones acerca de quién fue la primera persona en servir la salchicha en este tipo de pan alargado. Lo único que es indiscutible es que fue un alemán. Las dos historias más plausibles atribuyen esta invención o bien a Charles Feltman, un panadero asentado en Brooklyn que abrió el primer puesto de perritos calientes en Coney Island y que a finales de la década de 1860 vendía salchichas en un bollo alargado, o bien a Antonoine Feichtwagen, un vendedor ambulante de origen alemán que allá por 1880 tuvo la idea de poner una salchicha en un panecillo cortado por la mitad y venderlo en las calles de Misuri.

Sea como sea, este práctico invento para evitar que los clientes se quemaran las manos al comer salchichas vio la luz y así nació el perrito caliente.

En lo que respecta a su nombre, puede ser tanto un juego de palabras como una asociación lógica. El consumo de carne de perro era algo bastante habitual en Alemania y el término dog (perro) se ha venido utilizando en los Estados Unidos como sinónimo de salchicha desde la década de 1880 (aunque los chistes sobre la carne de perro tienen su origen décadas antes de todo esto). Los primeros registros del término hot dog para referirse a una salchicha proceden de diferentes revistas y periódicos estadounidenses de la década de 1890.

Una referencia escrita de 1893 confirma tanto el origen del nombre como lo extendidos que estaban los perritos calientes en aquella época. La edición del 31 de diciembre de 1892 del Daily Press de Paterson (Nueva Jersey) recoge: «De una manera u otra, parece que una salchicha de Fráncfort y un panecillo van a parar justo allí donde más se siente el vacío. Los chavales se han familiarizado de tal modo con este tipo de comida que ya se refieren a ella como ‘perrito caliente’. ‘Oiga, señor, deme un perrito caliente, rápido’, fue la sorprendente orden que un pilluelo de mejillas sonrojadas espetó al hombre cuando un reportero del Press andaba cerca la pasada noche. Rápidamente, introdujo el ‘perrito caliente’ en el tajo que hizo en un panecillo, añadió una pizca de mostaza al ‘perrito’ con un palo de madera de forma plana y así el pedido quedó listo».

Al mismo tiempo, el término hot dog pasó a designar a la gente presumida que proyecta una imagen ostentosa de sí misma, así como su estilo y actitud. En este sentido apareció por primera vez en 1894 para hacer referencia a un estudiante universitario bien vestido, con gusto por la moda. En la edición del 18 de octubre de 1894 del Wrinkle, publicado por la Universidad de Michigan, aparece el siguiente poema: «A Suit of Clothes, great wonders wrought. Two Greeks a ‘hot dog’ freshman sought. The Clothes they found, their favor bought.» (Un traje, una maravilla de trabajo. La atención de dos griegos un novato ‘perrito caliente’ atrajo. La ropa que vieron se ganó el favor de ambos).