12.11.2014

China: Etiqueta en los negocios

Un recorrido por la cultura china y la etiqueta en los negocios

Cuna de la segunda economía más grande del mundo, 20 % de la población mundial, una clase media creciente y una tasa de crecimiento económico que ha alcanzado al menos la parte alta de las cifras de un solo dígito durante más de la última década: no queda duda de que China está abierta a los negocios. Aunque el mundo moderno de los negocios ha sustituido, de muchas formas, la interacción cara a cara por la comunicación a distancia, siempre llega un punto en toda relación empresarial en que se requiere una reunión real en persona. Cuando finalmente llega ese momento, es muy probable que las partes participantes intenten desesperadamente ponerse al día sobre las costumbres culturales de la otra parte, especialmente si proceden de continentes diferentes, a fin de evitar momentos incómodos de silencio y vergüenza. A pesar de que los comerciantes chinos hacen negocios con Occidente desde hace miles de años, las empresas chino-americanas y chino-europeas suelen tener siempre un riesgo elevado de posible mala praxis.

Aunque pueden tener nombres diferentes, muchos de los conceptos básicos de la etiqueta en los negocios son los mismos. El concepto guanxi hace referencia a las relaciones entre personas que con frecuencia implican la idea de pedir y devolver favores, lo cual no es muy diferente del concepto occidental de networking (contactos). Puede que con ello los occidentales quieran asegurarse de que todos en la empresa están «en la misma onda» y que se trabaja de forma sinérgica, pero para los chinos se trata de una cuestión de armonía y consenso de grupo. Por último, a pesar de que puede tener un tono más fuerte y un significado más profundo en China, la idea de mianzi, que literalmente significa «cara», es parecida a la idea de respeto por los demás, por su posición dentro de la organización y la gran importancia de mantener la armonía en el puesto de trabajo.

Aunque estas aparentes semejanzas son sólo superficiales. En China, estos conceptos básicos no se limitan a la etiqueta en el puesto de trabajo, sino que impregnan prácticamente todos los aspectos de la vida. El mianzi y el consenso de grupo han generado tal grado de lealtad y obediencia que los empleados piden la opinión de sus superiores durante las fases de cualquier proyecto asignado. Mientras que en Occidente es totalmente normal, en China la idea de responder a una pregunta, solicitud o invitación directa y únicamente con un «no» se considera un insulto, ya que responder a la pregunta con una negación total puede suponer un desprestigio. De acuerdo con esto, es habitual que las respuestas más negativas se den en forma de respuestas lo menos agresivas posible. Incluso pequeños gestos de presentación, tales como la entrega de tarjetas de visita, sigue un protocolo definido ya que se consideran una extensión de la persona, su identidad, y por lo tanto, constituyen una representación de la cara.

Cabe decir que, en reuniones con socios comerciales extranjeros, es importante dar una buena primera impresión y dejar una huella duradera positiva. Para una persona que viaja por primera vez a China por motivos de negocios, esto puede ser un reto, especialmente teniendo en cuenta que no existe una separación entre la vida social y laboral y que prácticamente todas las acciones están relacionadas con costumbres culturales locales con siglos de antigüedad. Aunque no se espera ni se exige que un visitante extranjero cumpla a la perfección con estas costumbres locales, es elección de la otra parte o individuo mostrar respeto por ellas.

Enlace externo: Nuestro equipo de expertos chinos le ayudará a familiarizarse con la cultura china y su etiqueta en los negocios.