05.09.2017

Fabricado en Alemania

Palabra del día: fabricado en Alemania - EVS Translations
Palabra del día: fabricado en Alemania – EVS Translations

Hoy en día, la etiqueta Fabricado en Alemania goza de la mayor reputación entre los clientes. El Made-In-Country-Index (MICI), un estudio sobre la reputación mundial de los productos fabricados en 50 países diferentes (además de la UE) publicado este año y llevado a cabo por Statista (un portal de investigación de mercado y de inteligencia empresarial), sitúa los productos fabricados en Alemania en la primera posición en cuanto a preferencias de los consumidores.

Según el estudio, Alemania encabeza las etiquetas Fabricado en más respetadas del mundo, seguida de Suiza, la UE y RU, mientras que China e Irán se sitúan a la cola.

Además, la popularidad de la etiqueta Fabricado en Alemania ocupó el primer puesto en el 25 % de los países encuestados.

Resulta irónico que cuando se comenzó a utilizar, esta etiqueta se usaba para indicar bienes baratos, a menudo falsificaciones, fabricados en Alemania y que ahora sea un símbolo de calidad, eficiencia y precisión.

La unificación de Alemania de 1871 se produjo cuando el Imperio Alemán todavía se basaba en gran medida en la agricultura, aunque tenía condiciones de fabricación ventajosas, sueldos y costes de producción bajos, lo que dio como resultado una producción en masa de productos, denominados por los legisladores británicos como: «baratos, de poca calidad y a menudo imitaciones de nuestros productos nacionales».

En un intento por proteger su economía de los bienes extranjeros de imitación baratos y para fomentar que los británicos compraran productos británicos, el Parlamento adoptó la Ley de Marcas de Mercancía de 1887: con una referencia especial a la sección de importación, dirigida a garantizar que todos los productos extranjeros, que podrían amenazar el éxito de las mercancías británicas, se marcaran con una etiqueta de procedencia, aunque estaban especialmente dirigidas a los productos alemanes: «una descripción comercial en inglés que transmitiera la idea de que los productos en los que se aplica son británicos requeriría también indicar lo contrario en los productos fabricados en el extranjero. De forma similar, algo como «Mode de Paris», que se puede emplear para indicar algo de origen francés, sería ilegal si los productos hubieran sido elaborados en Alemania. Esta sección estipula que la indicación del origen se debe situar inmediatamente antes o después del nombre del lugar o del país citado en la descripción comercial, de una forma igualmente llamativa y con una declaración como “Fabricado en Alemania”».

Como resultado, en el Arreglo de Madrid relativo al Registro Internacional de Marcas de 1891 cada estado miembro del pacto acordó usar su propia etiqueta Fabricado en.

Lo que inicialmente indicaba una mala calidad, en realidad impulsó a los fabricantes alemanes para emplear unos estándares de producción mejores y, como anotó el periodista británico E. E. Williams en su libro de 1896 Made in Germany: «Lo que más contrariaba es que se consideraba una aprobación libre de los productos alemanes».

Durante la Primera Guerra Mundial, los productos marcados con Fabricado en Alemania fueron prohibidos en los mercados controlados por Gran Bretaña y sus aliados, y el resultado de la Segunda Guerra Mundial hundió la economía alemana, pero en el periodo de posguerra los consumidores empezaron a favorecer la producción de gran calidad posindustrial y personalizada al cliente de Alemania.

Naturalmente, la división de Alemania provocó que en 1973 el Tribunal de Justicia Federal de Alemania declarara que la etiqueta Fabricado en Alemania no permitía a las personas distinguir adecuadamente entre las dos Alemanias de entonces, por lo que aparecieron Fabricado en Alemania Occidental y Fabricado la RDA (Alemania Oriental) y comenzó el ascenso de Alemania hasta que convertirse en el tercer exportador del mundo (tras China y EE. UU.).