09.04.2015

Mamut – Palabra del día

¿Ha oído el rumor del último mes sobre un genetista surcoreano que intenta clonar un mamut? Irónicamente, el científico en cuestión, Hwang Woo-Suk, es tristemente conocido por sus falsas afirmaciones de haber clonado células madre humanas. Aún así, ha viajado recientemente a Siberia a extraer células de los huesos de un mamut lanudo de 28 000 años de antigüedad y los mejores biólogos del mundo están convencidos de que un intento por clonar este extinto mamífero parecido al elefante puede lograrse.

El mamut lanudo, apodado «Buttercup», fue encontrado en una isla de Siberia en 2013 y, puesto que en la autopsia se obtuvieron muestras de sangre y carne, parece posible que se puedan recuperar especies extintas hace varios miles de años. Pero, ¿cómo apareció un término para denominar a una especie que lleva extinta tanto tiempo?

La palabra mamut hace referencia a cualquier gran elefante extinto en el Pleistoceno del género Mammuthus, que tenga una piel lanuda, grandes colmillos curvados y origen en Rusia. Proviene del ruso mamant de mamantova kost (cuerno de la tierra).

Por tanto, no es ninguna sorpresa que los ingleses se encontraran con esta palabra a raíz del descubrimiento de los huesos y los colmillos del mamut maimanto en Siberia. La primera referencia escrita aparece en un diccionario ruso-inglés de 1618: «Maimanto es como llaman a un elefante marino, que nunca ha sido visto, pero que según los mansis viajaba por debajo de la tierra y, por tanto, encontraron sus dientes o colmillos y sus huesos en Pechora y Nueva Zembla (territorios rusos)».

La primera referencia escrita registrada con la ortografía inglesa del término data de 1706, en el libro de viajes de Evert Ysbrants Ides Tres años de viaje por tierra desde Moscú hasta China: «Los ancianos rusos de Siberia afirman que el mammuth (mamut) es muy parecido al elefante». Y solo 30 años después, los lectores pueden encontrar la ortografía moderna de la palabra, como la utilizan los ingleses hoy en día, junto con una sugerencia de su origen, en un libro de historia y geografía: «el mammoth (mamut) ruso, proviene del término “behemot” (hipopótamo)».

La primera cita escrita que hace referencia a los mamuts fuera de Rusia data de 1803 cuando, en su diario, un visitante de la Royal Academy de Londres describe su experiencia al ver un esqueleto de mamut en una exposición.

Mamut también se aplica metafóricamente a cualquier cosa de gran tamaño. Thomas Jefferson, que estaba muy interesado en la paleontología, es en parte responsable de que el término describa algo sorprendentemente grande. Los dos usos registrados del uso de «mamut» con este significado son de 1801 y 1802, en la descripción de las cantidades de comida que Jefferson recibe como regalo: «He recibido… un regalo de un cuarto de mamut» (1801), y «una gran rueda de queso» (el «queso del mamut de Chesire», un regalo del pueblo de Cheshire al presidente en 1802).

Pensándolo mejor, puede que el mundo fuera más feliz si el científico investigara cómo clonar el queso de Chesire en lugar del mamut.