02.10.2013

Una frase puede marcar la diferencia

2012 ha sido un año cargado de retos para los traductores e intérpretes legales británicos. La decisión del Ministerio de Justicia de privatizar los servicios de interpretación judicial se ha visto castigada, informe tras informe, con una sucesión de abandonos de juicios y con el boicoteo del proceso por parte de muchos intérpretes experimentados.

Teniendo en cuenta el cada vez mayor porcentaje de acusados y testigos clave nativos de lenguas distintas del inglés, nunca antes había sido tan importante ofrecer una comunicación fiel e imparcial, recurriendo para ello a traductores e intérpretes profesionales. Pero, a pesar de los problemas a los que este país ha hecho frente en esos doce meses, podría decirse que el argumento más convincente a favor del rigor y la vigilancia llegó en mitad de un verano inestable desde un lugar remoto situado a más de 12.000 km de distancia.

En julio de 2012 se publicó un artículo de prensa que muchos atribuyeron en un principio a una broma. En él se destacaba un único error de redacción en la traducción de la constitución de la Alianza Nacional Tamil, uno de los principales partidos políticos de Sri Lanka. Un traductor del tamil al inglés redactó y juró un documento en el que se pedía la división de Sri Lanka en dos países soberanos independientes, uno para los tamiles y otro para los musulmanes. Así, este documento contradijo directamente la Constitución del país, cuya Sexta Enmienda prohíbe que los partidos políticos persigan establecer un Estado independiente. Los políticos de Sri Lanka, a menudo un polvorín, vieron en esta única frase una mecha a punto de encenderse. Pero, afortunadamente, los responsables no tardaron en retractarse. El documento original pedía medidas de autonomía para el pueblo tamil, pero no un Estado independiente. Un simple error humano provocó el clamor popular y podía haber acabado en un derramamiento de sangre.

En el primer trimestre de 2012 se registraron 182 juicios ineficaces en los tribunales de primera instancia del Reino Unido debido a problemas de falta de intérpretes. Además, el contrato principal del Ministerio de Justicia exigía que se intensificasen las comprobaciones de antecedentes penales para todos los intérpretes judiciales, si bien en numerosas ocasiones a estos se les asignaban casos sin haber realizado dichas comprobaciones y sin haber verificado su experiencia previa o habiendo hecho una verificación muy somera. EVS Translations ha prosperado gracias a no dejar al azar nada de lo que a sus clientes respecta en todos los sectores. Encomendamos los proyectos de traducción e interpretación legal a equipos formados por lingüistas competentes y cualificados capaces de entender con total precisión las complejidades del procedimiento judicial. Las consecuencias derivadas de validar una traducción incorrecta quizás no siempre lleguen tan lejos como en el caso de Sri Lanka, pero EVS Translations trata a cada cliente y cada encargo de traducción e interpretación con igual diligencia. Cuando cada palabra y cada frase cuentan, cuando hasta el más mínimo matiz puede influir en el resultado de un caso, los clientes no pueden aspirar a menos.